Cuando empezaba la universidad las mejores noches acaban en la mítica cafetería Nebraska de Gran Vía con un batido y un perrito caliente. Ahora se ha renovado y ha dejado de ser un bar nostálgico para convertirse en una cadena. Aun así, sus perritos siguen siendo de los mejores porque tampoco hay mucho más. Los “socorridos” del Estocolmo en la calle La Palma o los 24 cm de salchicha del Peggy Sue también estarían en esa lista.
Para remediar este desierto llega Feltman´s, un pequeño local en la calle Sevilla, dedicado en exclusiva a los hot dogs. Su nombre es un homenaje al creador de esta combinación, el alemán Charles Feltman, que inventó y popularizó este peculiar bocadillo desde su carrito en Coney Island.
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(Pon aquí cualquiera de las frases que te sugieran las palabras: Marilyn, comer y salchicha)
Ofrecen cuatro tipos de perritos prediseñados y la posibilidad de crear tu propia combinación eligiendo entre una gran variedad de ingredientes. El Feltman’s es el clásico con ketchup y mostaza. Completan la carta el Coney Island, con salsa de queso tomate y “relish” (salsa de pepinillo para los no angloparlantes), el Hampton (cebolla y pepinillos) y el Newport (chucrut con bacon). Optamos por varios perritos para llevar y un postre para probarlos: tienen brownie, tarta de queso, tarta de manza y red velvet. El brownie estaba correcto pero nos pareció de juguete.
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Selección de perritos de Feltman´s
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Perrito Hampton
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Brownie
Lo mejor: la salchicha bien cocida, pan blandito y el precio.
Lo peor: su aire de cadena, el servicio, la patatas de bolsa (por muy buenas que sean) y los mini postres.
C/Sevilla, 2
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